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QUIERO QUE ESCUCHES ESTO VI: RAP CANARIO

Por Lula Fenomenoide
17 de noviembre de 2022

Hola, lector, lectriz, lectore.

Justo antes de mandar esto para que se publique chequeo nuevamente un dato que ya había anotado y reemplazo porque el dato cambió, creció. Me refiero a las vistas de la sesión número 52 de Bizarrap, la que hizo con Quevedo: en este momento superan los trescientos sesenta millones y el tema se mantiene, para sorpresa de nadie porque es buenísimo y suena en todos lados, en el número uno de veinte países de habla hispana.

Quevedo es canario, como Chip. No, mentira, como un montón de otros artistas excelentes a los que, creo yo, conviene prestarles atención.

Como ya les conté el mes pasado, soy lingüista y eso tiene todo que ver con las ganas de romper a patadas las barreras impuestas por las colonizaciones culturales y buscar toda esa música increíble que nos estamos perdiendo porque creemos no entender la letra ٰ¹. No hace falta, claro, ser lingüista para preferir uno u otro acento –que técnicamente se llaman dialectos-, uno u otro doblaje, una u otra forma de hablar según distintos criterios. Pero pasa un viento que me vuela las ropas y se me nota todo lo lingüista cuando hablo de los artistas de las Islas Canarias, así que no tiene caso disimular.

Pero antes, un pequeño viaje personal en el tiempo:

Un verano mis amigos se la pasaron diciéndose “soy el puto Glen” como unos tarados así que un día agarré y busqué de qué pinga hablaban. Y me encontré con esto:

YPF

Me reí todo el rato, con lo que me cuestan los raps incluso medio poperos –llamémosle así a esto preventivamente, que no tengo ni idea de lo que es. Me gustó la pista y el flow. Proseguí con la escucha de algunos otros de estos muchachos hasta que di con lo que fue un romance intenso: el disco Hipi hapa vacilanduki, del Bejo.

¹ Digo “creemos no entender” porque también creemos sí entender las canciones cuando están en un idioma que manejamos: no me extiendo más porque la columna no es de lingüística y ya hablo de ella demasiado, pero esto también es una ficción, o varias ficciones apiladas en nuestras cabecitas de consumidores que deben frenar a pensar de vez en cuando.

Wikipedia tiene un artículo muy bonito sobre el dialecto canario que está lleno de tecnicismos, pero es más fácil entender de qué se tratan escuchando al Bejo: qué pasa con cada sonido, con el vocabulario, incluso con algunas opciones gramaticales. Chequeenlo si les interesa saber más. En suma, el dato clave que contiene es que el canario se parece muchísimo a otro dialecto que está en el corazón del mercado de la música urbana, el reggaetón y el pop en español ahora mismo: el caribeño. Esto, sumado al enorme talento de los artistas involucrados y a que el tema está buenísimo, es en parte lo que explica que un español lidere las listas de lo que más se escucha en Latinoamérica sin necesidad de impostar ninguna pronunciación ni acento, cosa que casi siempre se nota y queda horrible. Igual el salto temporal que estoy haciendo es bastante tramposo, lo reconozco. El rango de esta nota es muy puntual: contempla un periodo de pocos años después del 2015, luego del cual estos artistas de los que vengo hablando emprendieron búsquedas diferentes.

Lo que me llamó la antención, en su momento, sobre estxs artistas, es que en las entrevistas tenían una gran conciencia o una gran intención de presentarse a sí mismxs como artistas canarixs. Si bien sin duda no son un todo homogéneo o no forman un colectivo claramente delimitable, esta identificación es común en entrevistas, videos, letras de las canciones. Y las Canarias quedan lejos. Es bueno saber que la musiquita nos las puede acercar.

Volviendo a lo concreto, el Bejo también formó parte del grupo Locoplaya, epítome de esto que me pareció encantador en el Legas: el cumplimiento de todos los casilleros que hay que llenar para hacer ¿trap? ¿Hip hop? para reírse de ellos. Temas muy bien hechos + retórica de ser un capo que supera a todos ampliamente + payasada. Cualquier manifestación que logre pegar esta vuelta y funcionar por ambos lados, el de los recursos del género y el de la parodia, tiene mi respeto y mi cariño para siempre.²

Así terminó mi batalla pelotuda contra este tipo de música: cuando vi que ella también podía reírse de sí misma. Y a Por eso quise dedicarles esta nota, y porque acá en Buenos Aires está empezando el calor del que hablan ellxs en tantos de sus temas, es música muy del verano. Ah, y porque el tema de Quevedo con Bizarrap es de lo más romántico que suena hoy en todos lados. Cómo le vas a decir a alguien que conociste en otro país que se venga a Canarias sin viaje de vuelta. Tarado hermoso.

² Otro ejemplo, y si quieren otro día hablamos de música cabeza de tacho, anda por acá.

No quiero irme sin nombrar, aunque sea al pasar, a la bestia absoluta de Cruz Cafuné, a quien amo, que también es canario y hace poco tocó acá. No fui, pero me representaron un amigo y sus hermanxs y reportan que la descosió. Ojalá vuelva pronto.

 

Entonces, en este veranazo porteño, quiero que escuches:

1. Este disco de Cruz Cafuné 

2. Este EP de Locoplaya

3. El de Bejo que mencioné más arriba

Lula Fenomenoide

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