CULTURA

MENÚ DEL DÍA: RODAJES MARCADOS POR LA TRAGEDIA

Muertes inesperadas, accidentes sospechosos y misterios sin resolver en los sets de filmación de películas que dejaron su huella en la historia del cine.

Por Cristian Calavia
9/12/2021

El pasado jueves 21 de octubre se dio a conocer en los medios de todo el mundo la noticia de que el actor Alec Baldwin había matado accidentalmente a la directora de fotografía Halyna Hutchins y herido de gravedad al director Joel Souza al dispararse un arma en medio del rodaje de la película Rust. Esta tragedia, fruto de la negligencia y precariedad de la producción y cuya investigación se encuentra en pleno desarrollo, volvió a poner en foco el uso de las armas de fuego en los sets de filmación y las normas que lo regulan.

Por otra parte, también hizo recordar el trágico final de Brandon Lee, el actor de 28 años que murió en circunstancias similares mientras filmaba El Cuervo (The Crow, 1994). Nunca se supo con certeza qué fue lo que ocurrió. Lo cierto es que, al momento de hacer la escena en la que su personaje es acribillado por una banda de criminales, una de las balas que impactaron en su abdomen era real y provocó su muerte algunas horas más tarde.

Un dato tan curioso como macabro es que su padre, el legendario actor experto en artes marciales Bruce Lee, fue el protagonista de El Juego de la Muerte (Game of Death, 1978). En esa película, el artista estadounidense de origen hongkonés encarnó a un famoso actor de Hollywood que queda gravemente herido en medio de un rodaje. ¿De qué manera? Al recibir el disparo de un arma de fogueo que había sido reemplazada por una de verdad por miembros de la mafia.

El Juego de la Muerte (Game of Death, 1978) se estrenó cinco años después de la muerte de Bruce Lee, quien falleció de un edema cerebral al poco tiempo de empezar a grabar film.

Rebelde sin Causa (Rebel Without a Cause, 1955) es un drama estadounidense que caló muy hondo en la cultura popular alrededor del mundo. Tuvo en la silla del director a Nicholas Ray y estuvo protagonizada por James Dean, Natalie Wood y Sal Mineo, entre otros y otras. Cuenta la historia de un adolescente recién llegado a Los Ángeles que conoce a una chica de la que se enamora perdidamente a pesar de la desaprobación de los padres de ella y que, al mismo tiempo, empieza a tener roces un tanto picantes con la banda de agitadores del colegio de la zona.

Antes del estreno del film, su protagonista, James Dean, falleció en un accidente automovilístico a los 24 años de edad. Casi de inmediato, su figura se convirtió en un estandarte de la juventud de la época que empezaba a darse cuenta de que el mundo quizás no era esa maravilla que tanto les habían contado. También fue el primer actor en recibir dos nominaciones póstumas a los premios Oscar.

En 1981, su co-protagonista, Natalie Wood, murió ahogada en medio de una extraña velada que compartió con su marido Robert Wagner y el actor Christopher Walken. Lo sucedido aquella noche aún sigue siendo uno de los grandes misterios de Hollywood. Algunos años antes, más precisamente en 1976, Sal Mineo, otro de los actores principales del film, fue apuñalado en el corazón por un repartidor de pizza mientras volvía de un ensayo teatral. Aparentemente, su asesino ni siquiera sabía quién era y el ataque fue completamente al azar. El artista de 37 años murió en el acto.

Jonh Wayne –mejor conocido como El Duque- es un ícono de Hollywood desde la época del cine mudo. A mediados de los cincuenta interpretó al guerrero mongol Gengis Khan en El Conquistador (The Conqueror, 1956). Se trató de una superproducción millonaria con una ambientación de época espectacular que estuvo bancada, entre otros, por el magnate, aviador, director y productor cinematográfico Howard Hughes.

Sin embargo, fue un fracaso de taquilla que la crítica destrozó sin mesura. A pesar de la inesperada reacción del público y la prensa, eso no fue lo peor que le pasó a quienes participaron del proyecto. Al no haber podido filmar en Mongolia por las vicisitudes de una Guerra Fría que estaba en su punto más álgido, la producción decidió mudarse al desierto de Escalante, en Utah. El problema era que, a unos pocos cientos de kilómetros del lugar, el gobierno de los Estados Unidos había autorizado y realizado pruebas de armamento bélico con bombas nucleares.

 

Aeropuertos 2000

 

Ante esta situación, los productores y financistas de la película solicitaron una garantía formal a la Comisión de Energía Atómica para saber si era seguro trabajar en la zona. La respuesta por parte del organismo fue que no iban a tener ningún inconveniente. A pesar de eso, a lo largo de los 30 años subsiguientes a la filmación de El Conquistador (The Conqueror, 1956), 91 miembros del elenco y del equipo técnico contrajeron distintos tipos de cáncer. Entre ellos, el propio John Wayne, quien falleció a fines de los setenta.

Por supuesto, desde la Casa Blanca negaron rotundamente que la radiación y las enfermedades que aquejaron al equipo tuviera algún tipo de vínculo.

Los sets de filmación de las películas de terror suelen ser caldo de cultivo para la tragedia. De hecho, grandes clásicos de la historia del cine como El Bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, 1968), El Exorcista (The Exorcist, 1973) y Juegos Diabólicos (Poltergeist, 1982) son ejemplos cabales de esa tendencia. A pesar de todos estos antecedentes, ninguno viene tan cargado como La Profecía (The Omen, 1976). Para empezar, el avión en el que viajaba su protagonista Gregory Peck fue alcanzado por un rayo. Por suerte, el incidente no pasó a mayores.

El episodio que sí terminó desembocó en un desastre total también estuvo relacionado a un viaje aéreo. Todo comenzó cuando el director Richard Donner y el resto de su equipo se subieron a un vuelo en el que una bandada de pájaros con ínfulas hitchcokianas se metió en las turbinas. Esto produjo una maniobra de emergencia que hizo que el avión saliera violentamente de la pista de aterrizaje, llegara hasta una calle en las inmediaciones del aeropuerto y chocara contra un auto, matando a los tres pasajeros que iban adentro: la esposa y los dos hijos del piloto que manejaba la aeronave.

El íntimo vínculo entre la película de Donner y la desgracia no termina ahí. Luego de rodar la escena que transcurre en un zoológico, esa misma tarde dos leones se escaparon de sus respectivas jaulas y mataron al cuidador del lugar. El último caramelo negro que sufrió la producción fue cuando la esposa de John Richardson, encargado de los efectos especiales, murió decapitada en un accidente de tránsito al poco tiempo de que su marido había supervisado la realización de una escena en la que uno de los personajes muere exactamente de la misma forma.

Cabe destacar que todas estas inusuales, misteriosas y tétricas circunstancias fueron utilizadas para promocionar el estreno de la película.

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