CULTURA

SIEMPRE NOS QUEDARÁ BATMAN

Con motivo de una nueva edición del Batman Day en todo el mundo, repasamos la historia del caballero de la noche en el cine, sus inicios, los actores que lo interpretaron y qué le depara el futuro.
Por Cristian Calavia
16/09/2021

El 23 de julio de 2014 se celebró por primera vez el Batman Day en la Comic Con de San Diego para conmemorar los 75 años del personaje creado por Bob Kane y Bill Finger el 30 de marzo de 1939 para la revista Detective Comics Nº27. Tal fue el éxito de los lanzamientos y actividades organizadas por la compañía DC Entertainment alrededor del mundo que el tercer sábado de septiembre quedó instalado como la fecha tributo al caballero de la noche.

¿Qué símbolo es más popular que el escudo que el alter ego de Bruce Wayne lleva en el pecho? Para rastrear el origen del personaje hay que remontarse a la época de la Gran Depresión en los Estados Unidos, cuando las historietas se convirtieron a lo largo de ese período de profunda crisis económica en una forma barata de entretenimiento. Nacido como contraposición de Superman, el guardián de Ciudad Gótica se destacó de entrada por la carencia de superpoderes, un perfil detectivesco y su origen trágico.

Entre la década del treinta y del cuarenta, el serial era un formato muy popular que consistía en episodios de entre 15 y 20 minutos que se proyectaban en las salas de cine. Fue el antecedente de las series de televisión y donde tuvo lugar el primer Batman de la pantalla grande, interpretado por Lewis Wilson. En 1949 salió The New Adventures of Batman and Robin, otro serial que contó con Robert Lowery como el segundo actor en vestir el manto del murciélago y un reparto totalmente renovado.

Sin embargo, la masividad llegó con el estreno de la serie de los sesenta protagonizada por el hasta entonces ignoto Adam West en la cadena de televisión yanqui ABC (American Broadcasting Company). Cabe destacar que fue el productor William Dozier quien tuvo la idea de hacer una comedia colorida, disparatada y plagada de onomatopeyas, en consonancia con el flower power de la época y contrastando con la Guerra de Vietnam que sucedía en paralelo.

Gracias al éxito de la primera temporada -llegó a tener tres- surgió la posibilidad de hacer el primer largometraje protagonizado por el héroe de calzas y calzoncillo azul. Batman: La Película (Batman: The Movie, 1966) contó con la dirección de Leslie H. Martinson y se basó en el guión original del piloto de la serie, que no se había podido realizar antes por su alto costo de producción. De esta gema del Séptimo Arte nació el mejor artilugio de todos los tiempos: el bati- repelente de tiburones.

Durante los setenta y ochenta Batman continuó vigente en cómics y dibujos animados, pero no fue hasta el suceso de Superman: La Película (Superman: The Movie, 1978) que se comenzó a planear su vuelta al cine. El primer intento iba a ser una comedia con dirección de Ivan Reitman –que venía de hacer Los Cazafantasmas (Ghostbusters, 1984) y Bill Murray en el rol protagónico.

El proyecto no prosperó y mucho tuvo que ver la influencia de obras comiqueras como El Regreso del Caballero de la Noche (Batman: The Dark Knight Returns, 1986) de Frank Miller y La Broma Asesina (The Killing Joker, 1988) de Alan Moore y Brian Bolland, que le otorgaron al personaje un perfil más oscuro y perturbado.

Ahí fue que apareció el nombre de Joe Dante, que venía de dirigir Gremlins (1984) y quería contar una historia centrada en el enfrentamiento entre Batman y su archienemigo Joker, para el que se estaba considerando a John Lithgow. Sin embargo, la propuesta se fue desvaneciendo por los pasillos de Hollywood hasta que sólo quedaron rumores. Recién cuando Warner apareció en escena y trajo al joven y prometedor Tim Burton para ponerse detrás de cámara fue que la producción se puso en marcha.

Cuando confirmaron que Michael Keaton –cuyo verdadero nombre es Michael Douglas, pero ya estaba tomado- sería el nuevo Caballero Oscuro los fanáticos enviaron más de 500 mil cartas a las oficinas del estudio para expresar su desaprobación. Por su parte, Jack Nicholson bajó sus pretensiones económicas para encarnar al Joker, aunque puso dos condiciones: rodar en un horario fijo para no perderse los partidos de Los Angeles Lakers en la NBA y recibir un porcentaje de las ganancias de taquilla y en concepto de merchandising.

Finalmente, Batman (1989) recaudó más de 400 millones de dólares con un presupuesto de 35 y hasta ganó un Oscar a Mejor Director de Arte (Anton Furst y Peter Young). Uno de las mayores virtudes del film fue que Burton no era fanático de los comics ni del personaje y eso le sirvió para despojarse de la presión de los puristas y amalgamar su estilo particular y gótico en una adaptación que marcó un antes y un después en la narrativa del cine de superhéroes que continúa vigente al día de hoy.

Tres años después llegó Batman Regresa (Batman Returns, 1992). Para la secuela, el director impuso su impronta en una historia centrada en la dupla de villanos conformada por el Pingüino (Danny DeVito) y Gatúbela (Michelle Pfeiffer). Hasta se dio el lujo de crear otro antagonista: Max Schreck (Christopher Walken) en homenaje al actor alemán del mismo nombre que protagonizó Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922) y al expresionismo alemán de principios del siglo XX.

Sin embargo, la película estuvo lejos de las pretensiones taquilleras del estudio y fue muy criticada por su violencia y oscuridad. Una de las empresas auspiciantes que puso el grito en el cielo fue McDonalds, cuyos representantes alegaron que era imposible vender cajitas felices con la cara del Pingüino escupiendo sangre verde. En consecuencia, Warner decidió prescindir de Burton –quien siguió en la saga como productor ejecutivo- y contratar a otro director más afín a sus objetivos comerciales.

Era el momento de Joel Schumacher y su Batman Eternamente (Batman Forever, 1995). Michael Keaton no estuvo de acuerdo con la dirección artística del proyecto, renunció y fue reemplazado por Val Kilmer, uno de los actores del momento y único Bruce Wayne rubio de la historia. La película presentó a un Robin (Chris O’Donnel) demasiado maduro para hacer de adolescente y tuvo a Dos Caras (Tommy Lee Jones) y al Acertijo (Jim Carrey) como los pintorescos y exagerados villanos principales.

Esta tercera parte contó con una estética pop bien propia de la era Mtv, pezones en los trajes del dúo dinámico y una clara intención de alejarse de la faceta más perturbadora del Caballero de la Noche. Más allá de eso, el público abrazó la propuesta y fue un gran éxito de taquilla que hizo que Warner se relamiera por una continuación de la saga lo más rápido posible.

Kilmer renunció por lo incómodo que le había resultado el traje y lo mal que se había llevado con Joel Schumacher durante el rodaje, pero rápidamente fue reemplazado por George Clooney, el galán de la serie ER, Emergencias (1994-2009). Con Arnold Schwarzenegger como el Capitán Frío, Uma Thurman como Hiedra Venenosa y Alicia Silverstone como Batgirl, Batman y Robin (Batman & Robin, 1997) fue un fracaso en todo sentido.

No sólo estuvo por debajo de las expectativas comerciales del estudio, sino que hacía acordar más a la serie de los sesenta que a la saga de películas de la que se había desprendido. Al día de hoy se la considera una de las peores películas de superhéroes de la historia y los fanáticos del personaje ni siquiera pudieron adoptarla como consumo irónico. En consecuencia, Warner descartó los planes de una quinta parte. Pasaría mucho tiempo para que Batman volviera a la gran pantalla.

Luego de descartar un reboot a cargo del director Darren Aronofsky, el estudio decidió poner sus fichas en el británico Christopher Nolan, quien se inclinó por acercar el universo del personaje hacia un tono más realista. Para esto, eligió al actor galés Christian Bale y lo rodeó de un elenco de estrellas conformado por Michael Caine, Liam Neeson, Gary Oldman y Morgan Freeman, entre otros. Batman Inicia (Batman Begins, 2005) contó los orígenes de Batman y lo ubicó en la era post atentado a las Torres Gemelas. Esta vez, el alter ego de Bruce Wayne tenía tanto de ninja como de soldado.

El visto bueno de la crítica y el público fue casi unánime y la secuela se convirtió en algo inevitable. De esta manera llegó El Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008), considerada como una de las mejores películas de superhéroes de todos los tiempos; en gran parte debido a la relectura que Heath Ledger hizo de un personaje tan icónico como el Joker y que le valió un Oscar póstumo como Mejor Actor de Reparto. De hecho, la muerte temprana de Ledger hizo que los planes para la trama de la tercera y última parte de la trilogía cambiaran radicalmente.

Tan ambiciosa como imperfecta, El Caballero de la Noche Asciende (Dark Knight Rises, 2012) logró hacer algo sin precedentes: darle un cierre épico a la historia del hombre murciélago. Así como muchos consideran a esta trilogía como lo mejor que se hizo sobre Batman en términos cinematográficos, también están quienes critican que esa intención de acercar este universo a la realidad hizo que muchos elementos característicos de la historia y personajes originales se perdieran en el camino.

Poco tiempo después, Warner decidió imitar el modelo de negocio que estaba desarrollando Disney con Marvel y estrenó Batman V Superman: El Origen de la Justicia (Batman V Superman: Dawn of Justice, 2016). La película presentó a Ben Affleck como un Batman más maduro, desencantado y violento. Una especie de antítesis del que había interpretado Bale durante los últimos años y que el público tan bien había recibido.

A pesar de rendir significativamente en taquilla, la película tuvo críticas dispares y los ejecutivos del estudio comenzaron a tener más dudas que certezas sobre el proyecto. Eso inició una debacle en espiral de pésimas decisiones administrativas que repercutieron artísticamente en el proyecto y que hizo que el arco narrativo del nuevo hombre murciélago no terminara de desarrollarse del todo.

Affleck volvió a interpretar al guardián de Ciudad Gótica en Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016) y Liga de la Justicia (Justice League, 2017). De hecho, iba a escribir, dirigir y protagonizar un film en solitario del personaje, pero sus problemas personales –su tratamiento contra el alcoholismo y el divorcio de la actriz Jennifer Garner- y la falta de apoyo del estudio lo convencieron de que lo mejor era dar un paso al costado.

Contra todo pronóstico, a fines del 2020 el actor accedió a volver a ponerse el traje para filmar nuevas escenas para La Liga de la Justicia de Zack Snyder (Zack Snyder’s Justice League, 2021), dejando la puerta abierta de cara al futuro.

A 82 años de su nacimiento en las viñetas, son varios los proyectos en el horizonte del caballero oscuro en el cine. Por un lado, en marzo del año que viene llegará The Batman, dirigida por Matt Reeves y con la presentación de Robert Pattinson como el nuevo Bruce Wayne. El film, que tuvo que lidiar con la pandemia del coronavirus durante su rodaje, promete volver al espíritu oscuro y detectivesco de antaño y traer nuevas versiones de clásicos personajes como el Comisionado Gordon (Jeffrey Wright), Alfred (Andy Serkis) el Acertijo (Paul Dano), Gatúbela (Zoë Kravitz) y un irreconocible Colin Farrell como el Pingüino.

Eso no es todo. Tanto Michael Keaton como Ben Affleck aceptaron volver a interpretar al protector de Ciudad Gótica en The Flash, película que está en pleno rodaje bajo la batuta del argentino Andy Muschietti y que contará con una trama en la que será posible ver varias versiones del hombre murciélago en pantalla. ¿Se cruzarán Keaton y Affleck en alguna escena? ¿Habrá alguna otra sorpresa? Larga vida a Batman, larga vida al cine.

Ese no es Bob Bylan

Ese no es Bob Bylan

Carolina Loy | A Complete Unknown y Im Not There presentan la indeterminación...

Fantasía de lo áspero

Fantasía de lo áspero

Elías Fernández Casella | ¿Cuál es la apariencia del capitalismo tardío? ¿Qué...

Cómo formar comunidad

Cómo formar comunidad

Salvador Doldan | ¿Cómo creamos los sentimientos de pertenencia? Este ensayo...

La interna

La interna

Federico Mochi | Con la recuperación democrática, el peronismo tuvo que...