Tecnología.

Por Matías Onorato

Vivimos en una época de nuevos paradigmas tecnológicos  que prometen provocar grandes cambios en el mundo del trabajo y la producción. Una serie de nuevas tecnologías, englobadas en lo que se conoce como cuarta revolución industrial e industria del conocimiento, están generando nuevos desafíos e interrogantes  en la política pública de las grandes ciudades.

Las grandes urbes, como el caso de nuestra ciudad, se convierten de a poco en hubs que tienden a concentrar  las ramificaciones de este nuevo tipo de industrias del conocimiento. Relacionadas a la inteligencia artificial (IA), al análisis de grandes volúmenes  de datos (Big Data), Internet de las cosas (IoT), impresión 3D, entre otras.

En breves periodos de tiempo, estas nuevas industrias han comenzado a generar grandes volúmenes de exportación en los centros urbanos, y nuestra ciudad no es la excepción: El 70% de la industria TIC (íntimamente relacionado a la industria del conocimiento) a nivel nacional se encuentra radicada en la Ciudad de Buenos Aires y representa más de U$S 1.000 millones de dólares de exportaciones para la ciudad.

A pesar de los grandes números y promesas, estas nuevas tecnologías generan un contexto de incertidumbre en el cual no está claro el futuro impacto en el mundo del trabajo y la educación, y las políticas públicas no pueden mirar para otro lado.

Es necesario que la ciudad planifique planes integrales que  fomenten y estimulen la incorporación de estas tecnologías en el sector productivo. Por ejemplo estimulando las políticas de investigación y desarrollo, claves para el sector y que en los países en desarrollo el estado juega un rol clave en el Área. Necesitamos también que se diseñen políticas sociales vinculadas al sector que conserven el bienestar general de los trabajadores, siendo esencial la articulación con las entidades que median las relaciones laborales.

Otro eje importa es el de la formación y la capacitación: El 70% de los trabajadores del sector posee estudios universitarios y la tendencia va en aumento.  Esto genera nuevos desafíos para el sector educativo, en su mayor parte de naturaleza Pública en nuestra ciudad. Será imprescindible estrechar la relaciones con las universidades para poder formar profesionales competentes que sostenga el crecimiento del sector, de vital importancia para el futuro de la ciudad.

Desde la Fundación URBE tenemos la misión de comenzar a abordar esta serie de problemáticas tan complejas para el futuro de la ciudad, estrechando lazos con los distintos sectores relacionados a la nueva era del conocimiento.