Ambiente.

Fotografía: Camila Súnico.

Por Agostina Kadomoto González

Es urgente que como generación pongamos en agenda las temáticas ambientales como prioridad.

El AMBA, y particularmente la Ciudad de Buenos Aires tienen grandes problemas en relación con el ambiente. La calidad del aire que respiramos se encuentra por debajo de lo recomendado; la contaminación sonora y visual se volvieron parte de nuestras vidas sin darnos cuenta; hay barrios enteros sin acceso al agua segura; entre otras problemáticas que vivimos día a día.

En una de las Ciudades más grandes de Latinoamérica la cantidad de espacios verdes por habitante es menos de la mitad de lo que recomienda la ONU, impactando directamente en nuestras vidas. Los espacios verdes, como plazas, parques y reservas, tienen múltiples funciones: son espacios de encuentro, juego y ocio, amortiguan cambios de temperatura, evitan inundaciones y sequías y son espacios donde se preserva la biodiversidad autóctona, entre muchas otras.

Otro problema creciente en CABA es la gestión de los residuos. Cada vez generamos más cantidad pero tenemos menos capacidad de gestionarlos de manera que no tengan mayores consecuencias sobre el ambiente y, por lo tanto, sobre nuestra salud.

Es de suma importancia diseñar e implementar una adecuada distribución de los recursos naturales para terminar con las inequidades en el acceso y goce del ambiente en el que vivimos.

Tenemos que lograr involucrarnos como individuos, cambiar el paradigma y proteger la naturaleza, y al mismo tiempo construir políticas públicas con perspectiva ambiental para sanear el daño generado y, por sobre todas las cosas, construir un futuro más sustentable.