Desarrollo local.

Fotografía: Camila Súnico.

Por Chabeli Rodríguez

Este área trabaja el desarrollo local entendido como el puente necesario entre la política social, el desarrollo productivo y la inclusión en una estructura productiva que se genera a partir de los factores endógenos del territorio. Pensar la inclusión desde la promoción de las economías locales invita a repensar el rol del estado, sus metodologías de gestión y su articulación con el sector privado. En este sentido, los procesos de transformación de la matriz productiva local están atravesados por una multiplicidad de actores, factores y políticas públicas de los diferentes niveles de gobierno.  

Para generar un modelo de desarrollo local más equilibrado, diversificado e inclusivo se debe trabajar teniendo en cuenta la dimensión interjuridiccional entre nación, provincia y municipios así como la dimensión metropolitana. Al mismo tiempo, el diseño de políticas públicas requiere de la actualización permanente de los debates sobre la heterogeneidad de la estructura productiva y su relación con la cuestión social, ambiental y con los flujos de capitales para la inversión productiva. En esta búsqueda de inversión productiva para el desarrollo cobra especial relevancia la identificación de condiciones existentes y de factores geográficos que faciliten oportunidades de desarrollo en diferentes sectores y actividades, así como el rol de intermediario del estado para promover estas actividades con miras a la inclusión. El ingrediente que completa la receta es el uso de la innovación tecnológica en la generación de empleo, la mejora de las condiciones de vida para los trabajadores, y las oportunidades para las empresas.

Ciudad de Buenos Aires el desarrollo local se viene trabajando bajo la concepción de un derrame de las grandes empresas, más que desde la vinculación productiva con el territorio, en especial en las comunas del sur. A esto se le suma una débil política de fomento de PyMES y microemprendimientos, lo que trajo aparejado como consecuencias la fragmentación productiva, la transferencia de recursos del sector público al sector privado y el desacoplo de la realidad social y económica de las distintas comunas con el nuevo escenario productivo. Frente a estas políticas de enclaves que profundizan las desigualdades económicas, sociales y educativas de las comunidades, desde URBE buscamos fomentar la articulación del sector público y privado para promover un desarrollo local que se inserte dentro de un modelo de desarrollo nacional.