El problema del UVA es el problema de la economía
En septiembre de 2018 comenzábamos, desde la FUNDACIÓN URBE, a advertir lo riesgoso para las familias que resultaba la disparada del valor del UVA y, consecuentemente, de las cuotas de los préstamos otorgados en esta unidad indexada (https://www.infobae.com/opinion/2018/09/13/uva-y-dolar-una-bomba-de-tiempo/)
La respuesta inicial del gobierno y sus funcionarios (y que duró hasta hace algunos días) consistió en pensar que los deudores habían hecho un gran negocio, ya que el precio de los departamentos, que se determina en dólares, había subido por efecto de la devaluación, mucho más que el valor de la deuda en UVAS.
Esa lógica de pensamiento, propia de un inversor inmobiliario, no observa el esfuerzo que están haciendo los deudores uva para hacerse cargo de una deuda que crece, en pesos, mucho más rápidamente que sus salarios. Los hipotecados UVA no querían comprar una propiedad para venderá obteniendo una ganancia, lo que querían era dejar de alquiler y llegar a tener su propia casa.
El valor de la UVA al 30/04/2018 era de $23,13. Exactamente un año después, asciende a $35,42.- Esa suba de más del 53% en un año, supera cualquier paritaria. También, supera el aumento de la facturación de cualquier trabajador autónomo, en un contexto de contracción económica como el que vive Argentina hace unos años.
Hoy, en un intento por paliar la situación de los deudores UVA, el gobierno anuncia un plan de medidas que tienen que ver con activar un “seguro” en caso de que la variación de precios (y, por ende, de UVAS) sea superior al 10% de la variación de salarios. Hace algunos días, y solo para deudores del Banco Provincia, se propuso desde la gobernación bonaerense subsidiar las cuotas que superen el 30% del grupo familiar endeudado en UNIDADES DE VALOR ADQUISITIVO.
Ahora sí el problema de los préstamos ajustables parece ser reconocido por el gobierno. Y lo reconoce en un contexto donde la inflación se ha salido de cauce, rodeada de una volatilidad cambiaria como hacía mucho no se padecía en Argentina. Porque, en definitiva, el problema de los deudores UVA es parte de un problema mucho más macro que es la situación de inestabilidad de la economía, con una marcada caída del salario real.
La idea de cuotas ajustables por variación de precios, si bien riesgosa, se convierte en un problema concreto cuando el ingreso de las familias corre bien detrás de los precios en la carrera entre estos y los salarios. El problema de los deudores UVA es el problema de las familias que han visto caer el salario real durante los últimos meses. Una cuota variable que acompaña el crecimiento del salario es aceptable y, en algún punto, esperada por los deudores UVA. Lo que rompió todas las expectativas, es la disparada inflacionaria y la pérdida de poder adquisitivo del salario.
Desde bloques opositores en el congreso, se han propuesto diferentes alternativas para resolver la situación de los deudores. Circula un proyecto de ley en el que pueden destacarse los siguientes aspectos:
a.- Destaca el derecho a la vivienda como un valor defendido por la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales relativos a la materia.
b.- Declara la emergencia por el plazo de un año.
c.- Durante esta emergencia, el UVA se calculará en función del CER (Coeficiente de Estabilización de referencia o inflación) o el COEFICIENTE DE VARIACIÓN SALARIAL (CVS), de ambos, el que resulte menor.
d.- Se otorga un plazo de hasta 6 meses de gracia a deudores que se encuentren desocupados.
e.- Durante la emergencia, se suspenden los desalojos.
Fijar como límite del aumento del valor de la UVA el de variación salarial, en el contexto actual, es claramente beneficioso para los deudores. Sin embargo, la solución retroactiva que propone la ley (aplicando este nuevo cálculo a préstamos ya otorgados) puede generar planteos de inconstitucionalidad por parte de los bancos, que entienden que les cambian las reglas de juego sobre contratos ya celebrados.
Se proponen, desde los colectivos de deudores, otras soluciones entre la que destaca, como la más importante, la pesificación de las deudas. Es decir, convertir el préstamo en UVAS en un préstamo en pesos.
Creemos que deben encontrarse soluciones que ponderen los intereses de los diferentes actores que se ven involucrados en la cuestión UVAS, porque los mismos acreedores pueden ver su negocio afectado, tanto por el peligro en el pago de los créditos como también por discusiones jurídicas que puedan generar los nuevos proyectos de ley o la aplicación de la teoría de la onerosidad sobreviniente